jueves, 29 de octubre de 2009

Lavanda dice... (bis)

Uno se va por mil razones.
Yo me fui por desidia ¿qué es desidia? Ni idea. Me suena a desgano, ineptitud, olvido. Vuelvo porque me llaman, como siempre. Si no me llamasen yo me creería totalmente prescindible. Y estoy sentada y tengo frío y pienso en ustedes y escribo.

Mis queridas todas:

Somos muchas las que estamos perdidas aunque sepamos exactamente donde nos encontramos.









"It´s not the risk of what we lose..."

jueves, 22 de octubre de 2009

She

Es un tanto especial.

Ya de por sí, tiene muchos nombres.
Al principio,me acuerdo cómo la miraba la gente por su forma de vestir.
Cuando pensé que el avión se iba a caer, casi me pega.
Y en el auto yendo a Mar del Plata, se durmió todo el viaje sobre mi hombro. Y sí, estaba incómoda, pero no quería que se despertara.

Conocí sus fortalezas, y su afamada armadura brillante, brillante que sólo una persona le sacó...
Conozco sus silencios incómodos, sus atropellos y hasta su dificultad para expresarse alguna que otra vez.

Me aprendí su cara de ansiedad, su cara de molestia, su cara de alegría, y hasta su cara para momentos lacrimógenos.

Y si a veces pienso que es como un torbellino, que nadie entiende, o que nadie puede detener, es porque irradia ganas de vivir por donde pasa.

Y están las épocas de reírnos de las diferencias, de alegrarnos con la música que amamos, los tiempos de asustarnos de las coincidencias y las de renegar de la distancia.

Antes diría que las coincidencias son coincidencias, y que no hay hechos encadenados per se. Pero después de dos años y medio de andanzas, creo que debió haber habido una razón para que un viernes de octubre haya aceptado ir a Tigre a salir con una completa extraña.

Pero hoy está en mi día a día, y creo que sin saberlo, me enseñó a tomar riesgos, a dejar mil prejuicios en el cajón y a animarme a mucho más. Y no podría estar más agradecida…

Ahora creo que hay algo de destino flotando en el aire, que la gente especial sí existe y los cumpleaños felices también.









"It´s not the risk of what we lose..."

miércoles, 7 de octubre de 2009

La llegada de eso.

































































Nadie lo esperaba con ansías, pero se mentía. Era tarde, y si no seguía bailando se iba a tropezar.

Llegó de improviso, una vez más cumpliendo con la regla de recibir lo imprevisto en el momento adecuado.

Habrá sido 1 minuto eterno antes de conocerlo cuando se preguntó cómo sería, cuánto duraría, pero por sobre todas las cosas cómo se sentiría.

Al segundo 60 se cansó, los nervios le estallaron en los pulmones, y la abrazó.

En cualquier otro momento, hubiera sido capaz de describir con los ojos cerrados todas las decoraciones de su living con un detalle parsimonioso; y sin embargo en ese instante le era imposible saber siquiera dónde estaba la cocina.

Había llegado de improviso, y lo sabía antes de llegara. Pero no le daba garantía de nada. Sus hipótesis se adelantaban con una rapidez cada vez mayor a los hechos.

Ella lo miró fijo a los ojos, buscándose a sí misma en el reflejo. Dándose ánimos de confianza. Y él lo entendió como una señal.

Insisto en que llegó de improviso, pero ese beso fue una de las visitas menos esperadas más agradables en mucho tiempo.

Y fueron 30 segundos en que se olvidó de todo. Y a pesar de su estructuralismo, nunca se sintió tan feliz de su propia incertidumbre.

Al fin y al cabo, había arribado sin aviso, le había consumido infinitos nervios, le había creado la peor de las dudas, y hasta había logrado hacerlo tambalear en la inseguridad… Pero nada de eso importó; cuando el segundo 30 estaba terminando, suspiró y deseó que todos sus besos llegaran de la misma manera para siempre.





"It´s not the risk of what we lose..."