jueves, 12 de noviembre de 2009

El regreso.

Dentro de un par de semanas voy a volver a vivir en Florencio Varela, hogar de mis hogares, durante un tiempillo.
Voy a volver a despertarme con los ruidos de mi mamá las treinta y dos veces que tiene que pasar por el baño antes de irse al trabajo.
La ropa va a volver a tener olor a Vívere de verdad (aprendan chinos del lavadero!).
Mi gato va a saber lo que es pasto.
Mi familia va a saber lo que conlleva vivir con un gato y probablemente me insistan para que viva afuera en el pasto.
Voy a ver más seguido a mis mejores amigos.

Obviamente están las contras, como comerme viajes de 2 horas a Capital, o pelearme con mi hermana por una colita de pelo, o saber si va a prosperar mi idea de convertir el cuarto de la PC y los libros en mi pieza temporal (lo cual incluye sí o sí, pegar cosas en la pared).

Felicidad.
Me gusta no saber qué va a pasar, aunque siempre termine dándomela contra la pared.






"It´s not the risk of what we lose..."

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